Fundación Amén Comunicaciones2025-07-252025-07-252025-07-24http://168.231.65.82:4000/handle/123456789/1007https://drive.google.com/file/d/1EDPGF1ly3VT5p3b8E6n7zeP5jeTEmcIk/view?usp=drive_linkTRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES ¿Cómo te habla Jesús? La primera lectura, tomada del Éxodo capítulo 19, nos presenta una de las grandes teofanías o manifestaciones gloriosas de Dios en el Antiguo Testamento, cuando Dios se revela a Moisés. Y nos habla de signos grandiosos, “cuando en la montaña santa del Sinaí, se dan truenos y relámpagos y una densa nube cubre lo alto de la montaña, se oyen fuertes sonidos de trompeta, y toda la gente que estaba abajo de la montaña en el campamento, se echa a temblar”, (como nos narra precisamente esta primera lectura). Continuará el texto del Éxodo diciendo: “Que la montaña del Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre ella en medio del fuego, su humo se elevaba como el de un horno y toda la montaña temblaba con violencia, el sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte, y Moisés hablaba, y Dios le respondía a través del trueno”. Y finaliza diciendo: “El Señor descendió a lo alto del monte Sinaí, a su cumbre, el Señor llamó a Moisés a la cima de la montaña”. Es común encontrar algunas grandes revelaciones, manifestaciones o teofanías de Dios al pueblo elegido, Israel, a través de sus grandes líderes. Y hoy, aunque no vivamos esta realidad, siente que Dios nos sigue hablando cada día, quizá no a través de truenos, relámpagos, fuego, humareda, temblor de montaña; pero sí nos habla en nuestros padres, en un sacerdote, en la Eucaristía, en buenos amigos, en la lectura de la Palabra de Dios o en las circunstancias y situaciones puntuales que en este día estamos viviendo. Reconozcamos que el Señor es grande y a Él debemos gloria y alabanza por los siglos, como nos lo pide cantar el salmo responsorial de este día: “Porque reconocemos que Dios es bendito, que Él sondea nuestro corazón, y que Él acompaña, protege y guía nuestra vida”. Pero pasemos al evangelio de hoy, donde Jesús, ante la pregunta de algunos de sus discípulos de ¿por qué habla en parábolas al común de la gente?, hace una precisión: “A ustedes mis amigos más cercanos, les doy a conocer los secretos del Reino de los cielos de manera directa; pero al resto de la gente (y en esto estamos incluidos nosotros), les hablo a través de parábolas, porque son personas que a veces embotadas por los afanes de la vida, miran sin ver y escuchan sin oír, ni entender, porque estamos completamente endurecidos en nuestro corazón, hay cerrazón en nuestro interior y ceguera en nuestros ojos, porque el mundo nos tiene tan entretenidos y atrapados, que difícilmente podremos entender el mensaje de Jesús, si no es a través de parábolas”. Hoy reconocemos, que Jesús, en una sociedad de pastores, de agricultores, de pescadores y de comerciantes, siempre se sirve de parábolas que consultan estas realidades, hablando del Buen Pastor, del comerciante en perlas finas, del agricultor del trigo, la cizaña, el higo, y también de la pesca abundante hablando de pescadores; se sirve de realidades cotidianas de la época, para comunicar y transmitir las grandes enseñanzas y misterios del Reino de Dios. Finalmente concluirá el evangelio llamando “dichosos a sus discípulos”, porque muchos antes que ellos, y muchos después que ellos, o sea nosotros, hubiéramos querido ver en persona a Jesús, Hijo de Dios, escuchar el timbre y la cadencia de su voz, pero no nos tocó esa dicha, sólo los discípulos fueron privilegiados y por eso son bienaventurados, por eso son felices. Hoy, a través de parábolas, aprendamos el mensaje de Jesús y ojalá no dejemos embotar el corazón, no dejemos enceguecer nuestros ojos, ni ensordecer nuestros oídos. Más allá del mundo y sus afanes, más allá de los compromisos y exigencias diarias, saca cada día un buen espacio de tiempo, ojalá al empezar tu jornada, para escuchar y discernir la voz y el mensaje de Dios para tu vida. Que el Señor te bendiga en abundancia en este día. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Mateo 13, 10-17 Lecturas del día de Hoy: Primera Lectura: Éx 19,1-2.9-11.16-20b: El Señor bajará al monte Sinaí a la vista del pueblo. Aquel día, a los tres meses de salir de Egipto, los israelitas llegaron al desierto de Sinaí; saliendo de Rafidim llegaron al desierto de Sinaí y acamparon allí, frente al monte. El Señor dijo a Moisés: -Voy a acercarme a ti en una nube espesa, para que el pueblo pueda escuchar lo que te digo, y te crea en adelante. Moisés comunicó al Señor lo que el pueblo había dicho. Y el Señor le dijo: -Vuelve a tu pueblo, purifícalos hoy y mañana, que se laven la ropa y estén preparados para pasado mañana; pues el Señor bajará al monte Sinaí a la vista del pueblo. Al tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar. Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al encuentro de Dios y se detuvieron al pie del monte. Todo el Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en forma de fuego. Subía el humo como de un horno, y todo el monte retemblaba con violencia. El sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte; Moisés hablaba y Dios le respondía con el trueno. El Señor bajó al monte Sinaí, a la cumbre del monte, y llamó a Moisés a la cima de la montaña. Palabra de Dios. Te alabamos Señor. Salmo de Hoy: Sal Dn 3,52.53.54.55.56 A ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, A ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito tu nombre santo y glorioso. A ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en el templo de tu santa gloria. A ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres sobre el trono de tu reino. A ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres tú, que, sentado sobre querubines, sondeas los abismos. A ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en la bóveda del cielo. A ti gloria y alabanza por los siglos. Evangelio de Hoy: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 13, 10-17: A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del Reino de los Cielos y a ellos no. En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: - ¿Por qué les hablas en parábolas? El les contestó: - A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del Reino de los Cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías: «Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure». Dichosos vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen. Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron. Palabra de Dios. Gloria a ti Señor Jesús.ConsejosCircunstanciasDios habla hoyDios siempre hablaEscuchar la voz de DiosEucartíaPersonas sabiasSan MateoSituaciones puntualesVoz de DiosBibliaEvangelio¿Cómo te habla Jesús?Dios siempre habla