Fundación Amén Comunicaciones2024-12-182024-12-182024-12-28http://72.167.44.240:4000/handle/123456789/792https://drive.google.com/file/d/1OrawH_VKAqOpYyWSoINPN-e1q0elICLN/view?usp=drive_linkTRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES En la Fiesta Litúrgica de los Santos Mártires Inocentes, asesinados por orden del sanguinario Herodes, buscando que entre esas decenas de niños varones menores de dos años de Belén y sus contornos, cayera también la vida del Mesías, el recién nacido Jesús, que ha Herodes le parecía que amenazaba su reinado, aprendamos grandes lecciones para nuestra vida. Tuvimos en primer lugar la lectura de Juan como primera lectura en la liturgia de este día y descubramos tres grandes enseñanzas. La primera, Dios es luz sin tiniebla alguna. Y dirá Juan: “Si decimos que estamos unidos a Dios, pero vivimos en la oscuridad, mentimos con nuestras palabras y con nuestras obras; pero, al contrario, si vivimos en la luz, lo mismo que Él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado”. Pero a renglón seguido lanza una afirmación todavía más desafiante: “Si decimos como creyentes que no tenemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros con nosotros mismos”, y al contrario, Juan nos invita: “A confesarnos como pecadores y a reconocer que sólo Jesús es el fiel y el justo por excelencia y por nuestra profesión de fe en Él, Jesús, el fiel y el justo por excelencia, seremos perdonados de nuestros pecados y seremos limpiados de toda injusticia”. Concluirá esta primera lectura del apóstol san Juan, afirmando: “Que escribe esta carta a la comunidad para que no pequemos, para que no nos dejemos engañar, para que no caigamos en la trampa del pecado que nos promete felicidad y luego nos deja dolor, vacío existencial y sinsentido de la vida”. Pero nos anima diciendo: “Si por algún momento de debilidad pecamos, no nos agobiemos demasiado, porque tenemos quien abogue ante el Padre Dios y ese es Jesucristo, el justo”. Es que Él, por su entrega en la cruz, es víctima de propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino víctima de propiciación por los pecados del mundo entero. Luego de esta primera lectura está el precioso salmo 123 en la liturgia, cuando se nos invita a entonar como asamblea: “Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador”. En lo personal, cuando he conocido la maldad humana en rostros que nunca había imaginado que tuvieran ese nivel de engaño y de oscuridad, cuando he visto que han tendido trampas a mi alrededor, cuando he visto en personas buenas que las han querido enterrar vivas, simplemente por odio a la fe, o por odio y envidia a los talentos y dones que Dios ha dado a un ser humano, me viene a la memoria este salmo cuando dice: “Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos, tanto ardía su ira y su maldad contra nosotros”. Y continúa el salmista diciendo: “Nos habrían arrollado las aguas llegándonos el torrente hasta el cuello, nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes” (hablando de la experiencia de alguien que se está ahogando en las aguas de un río). Pero quizás lo más impresionante de este salmo es la tercera estrofa, cuando afirma: “La trampa del malvado se rompió (y el pájaro lo imaginamos indefenso), escapó, y por eso gritamos, nuestro auxilio es el nombre del Señor que hizo el cielo y la tierra”. Y hoy te invito para que glorifiques al Señor y lo sientas como el auxilio divino, el que ha creado cielos y tierra cuando has visto la maldad, las intrigas y el veneno de los hombres que te han puesto trampas, te han calumniado, pero como el pájaro con la ayuda de Dios, has escapado de la jaula, de la trampa del cazador, de la trampa del malvado. Pero pasemos al evangelio precioso que hoy nos presenta como tres momentos centrales. Uno, cuando el ángel del Señor anuncia en sueños a José, padre adoptivo de Jesús: “Levántate (era de noche), toma al Niño y a su Madre y huye a Egipto, quédate allí hasta que yo te avise, porque el corrupto Herodes busca al infante para matarlo”. Sí, la Sagrada Familia y José tomó la decisión de huir, literalmente huir, aunque pareciera que le dijeran cobarde con tal de proteger la vida inocente e indefensa del bebecito Dios, del bebecito Jesús; cuántas veces en la vida tienes que huir de momentos de tentación, de momentos de malas amistades, de situaciones adversas. Sí, lo hizo el mismo Hijo de Dios con su familia, hazlo tú también en momentos supremos de tentación, pero no ofendas a Dios. Viene un segundo momento y es propiamente la huida a Egipto para proteger al Niño, cuando dice: “Que José, tomó al Niño y a María su Madre, y en medio de la noche se fue a un país extraño, Egipto, hasta la muerte de Herodes” y así se cumplió la profecía: “Llamé a mi Hijo para que saliera a Egipto”. Finalmente, encontramos una tercera enseñanza en el evangelio, donde se nos dice: “Que el malvado y cruel Herodes, burlado por los magos que nunca regresaron a Jerusalén a informarle donde vivía el Niño que ellos habían adorado montó en cólera, e iracundo, enceguecido por la rabia, por la humillación y por el dolor de una orden impensable, mandó matar a todos los niños varones de dos años para abajo, en el pequeño poblado de Belén, donde había nacido Jesús, en las afueras, en la pesebrera y en los alrededores de la comarca de Belén, calculando más o menos el tiempo en que él decía, había nacido el Niño redentor, el bebecito salvador, el recién nacido Hijo de Dios”. Así es la historia humana, así es la historia de salvación de Dios en los hombres, cómo escribe derecho, la huida de José María y el Niño en renglones torcidos, la malicia, la maldad y el poder destructivo de Herodes. Y tú y yo aprendamos esta lección, cuando veamos dictadorzuelos, cuando veamos corruptos, no temas en un momento hacerte a un lado, ocultarte, porque si el Señor quiere preservar tu vida para salvarla, también en la huida hay un plan providente de Dios. Oremos también por esos niños expósitos, los escrituristas hablan de cerca de 70 niños de la época, un verdadero infanticidio, asesinar 70 bebés varones, buscando Herodes en su locura sanguinaria, conjurar la profecía de que el futuro rey de Israel nacería en Belén de Judá, y él lo tomaba como una seria amenaza a su reinado terrenal y temporal. Hoy oremos por tantas niñas y niños que matan sus padres con la ayuda de un médico en el vientre materno, simplemente porque no tengo dinero para sostener ese bebé, porque no quiero dañarme mi cuerpo, porque estoy en la universidad y no quiero interrumpir mis estudios, porque soy dueña de mi cuerpo, porque simplemente no quiero este bebé traerlo a sufrir al mundo; tantos argumentos falaces, engañosos y casi todos llenos de egoísmo y de falta de grandeza humana. Oremos por esos bebés inmolados, indefensos, inocentes, que, en un quirófano improvisado de manera clandestina muchas veces, son arrancados del torrente de la vida por los nuevos Herodes. Que el Señor te bendiga en abundancia en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Mateo 2, 13-18 Lecturas del día de Hoy: Primera Lectura: de la primera carta de Juan 1, 5-2,2 Queridos hermanos: Este es el mensaje que le hemos oído a Jesucristo y les anunciamos: Dios es luz y no hay en él oscuridad alguna. Si decimos que estamos en comunión con él, y andamos en oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si caminamos en la luz como él, que está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no habita en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, Dios, que es justo y fiel, perdonará nuestros pecados y nos purificará de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, hacemos pasar a Dios por mentiroso, y su palabra no habita en nosotros. Hijos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre un abogado, Jesucristo, el Justo. Él se ha entregado como víctima por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino por los del mundo entero. Palabra de Dios, te alabamos Señor. Salmo de hoy: Salmo (124)123, 2-3.4-5.7b-8: Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa. Si el Señor no hubiera estado a nuestro favor cuando nos atacaron los hombres, nos habrían devorado vivos en el volcán de su ira. Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa. Nos habrían tragado las aguas, un torrente habría pasado sobre nosotros; habrían pasado sobre nosotros las aguas turbulentas. Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa. La red se rompió y pudimos escapar. Nuestro auxilio es el Señor, que hizo el cielo y la tierra. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador. Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa. Evangelio de Hoy: Lectura del santo Evangelio según San Mateo 2, 13-18 Después que los Magos se fueron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó de noche, tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por el profeta: De Egipto llamé a mi hijo. Entonces Herodes, viéndose burlado por los Magos, se enfureció tanto que mandó matar a todos los niños de Belén y de todos sus alrededores que tuvieran menos de dos años, conforme a la información que había recibido de los Magos. Así se cumplió lo anunciado por el profeta Jeremías: Se ha escuchado en Ramá un clamor, un gran llanto y lamento: “es Raquel que llora por sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen”. Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.Discernir la tentaciónHacerte a un lado de la tentaciónHuir de la tentaciónMomentos de tentaciónOcultarte de la tentaciónOrarPlan providente de DiosPreservar la vidaSalvaciónSan MateoTentaciónBibliaEvangelio¡Los Santos Inocentes!¿Qué hacer cuando hay tentación?