¿Por qué perdiste el rumbo de tu vida?
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
Mateo 18, 12-14
Lecturas del día de hoy:
Primera Lectura: del libro de Isaías 40, 1-11
«Consolad, consolad a mi pueblo dice vuestro Dios; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.»
Una voz grita:
«En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos ha hablado la boca del Señor.»
Dice una voz: «Grita.»
Respondo: «¿Qué debo gritar?»
«Toda carne es hierba y su belleza como flor campestre: se agosta la hierba, se marchita la flor, cuando el aliento del Señor sopla sobre ellos; se agosta la hierba, se marchita la flor, pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre.»
Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.»
Palabra de Dios, te alabamos Señor.
Salmo del día de hoy:
Salmo (96)
Nuestro Dios llega con poder.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
Nuestro Dios llega con poder.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
Él gobierna a los pueblos rectamente.»
Nuestro Dios llega con poder.
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,
Nuestro Dios llega con poder.
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud.
Nuestro Dios llega con poder.
Evangelio del día de hoy:
Del Santo Evangelio según San Mateo 18, 12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.»
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
A partir de la preciosa imagen que Jesús narra a sus discípulos sobre el hombre pastor que tiene cien ovejas y al extraviársele una va en busca de ella y deja las 99 en el redil, aprendamos grandes enseñanzas para nuestra vida.
La primera, Dios quiere tu salvación, no tu perdición. A veces cargados por la sed de venganza, por el odio y el resentimiento, queremos la destrucción y hasta la muerte misma de otra persona; así no es Dios, así no es su corazón, así no es su obrar. Dios no se cansa de buscar al hombre perdido en el mundo, extraviado en sus vicios, distorsionado en su conciencia, desfigurado en su humanidad.
Pero hay una segunda enseñanza, y la podemos formular a partir de la pregunta ¿qué nos hace perder la ruta, el camino, el sentido mismo de la vida?; ¿qué hace que nos extraviemos, que nos despistemos si llevábamos bien nuestra vida, nuestro matrimonio, nuestro sacerdocio?, y encuentro algunas respuestas sin ser las únicas.
La primera, a veces tantos afanes por trabajar, por hacer un dinero, por vivir del mundo, nos hace olvidar de lo esencial, buscar la salvación eterna, y repito esta palabra, la salvación eterna del alma.
Pero también me pongo a pensar en una segunda respuesta, que hoy el ser humano se extravía fácilmente porque anda masificado por las ideologías modernas. En todos los tiempos, en todos los siglos se ha dado la manipulación por ideologías políticas, sociales, culturales dominantes, y muchos hombres han extraviado su camino y se han entregado a endiosar un conjunto de ideas, una ideología, una forma de pensar, y esto nos hace seres alienados, nos despersonaliza. Cuántas conductas, cuántos comportamientos tenemos hoy en día, movidos por lo que nos señala la publicidad, por lo que nos dicen los medios digitales, por lo que aprendemos de las amistades, por lo que reconocemos en los demás.
En una tercera respuesta, hoy podemos ser la oveja perdida de la parábola evangélica de este día, porque hemos perdido la conciencia para distinguir el bien del mal. En otras palabras, hemos perdido la conciencia de pecado, nos hemos auto endiosado y creemos que todo lo que hacemos en la vida está bien y que nadie nos puede reclamar, nadie nos puede llamar a rendir cuentas.
Cuánta soberbia, cuánta ceguera, cuánta insensatez, cuánta necedad en los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que, por un poco de avance científico, un poco de dominio sobre las tecnologías, un poco de conocimiento humano y de bienes materiales, y pensamos que en la vida no hay Dios y que menos necesitamos de Él. Qué extravío, qué ovejitas perdidas somos en el mundo.
Terminemos nuestra reflexión con una tercera enseñanza, y es reconocer que Jesús se compadece, mira con misericordia la oveja extraviada, el alma perdida en el mundo y no deja de buscarnos, de llamarnos si se quiere, de amarnos. Ese es el ejemplo claro del Buen Pastor y Jesús hoy te invita a ti y a mí a que, con nuestras familias, especialmente con los cercanos, con nuestro prójimo, seamos misericordiosos, seamos más compasivos. Cómo nos volvemos duros para juzgar, de pensamiento, de palabra y con acciones de indiferencia, con acciones de desamor, juzgamos y reprobamos la vida y los comportamientos de los demás, y cómo estamos alejados de lo que es el misterio de compasión que siempre inspiró y llenó el corazón de Cristo, el Pastor de los pastores.
Señor, eres Pastor de mi vida, ayúdame a ser compasivo con quien se ha extraviado, a buscar la oveja perdida, pero, sobre todo, dame la luz para no perderme en las mil ideologías, los mil mensajes falsos llenos de vanidad que el mundo de hoy nos presenta.
Que el Señor te bendiga con abundancia en este día y te conceda luz y compasión en tu corazón, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.