¡!Dios se hace hombre para salvarte!

Abstract

REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Mateo 1, 1-17 Lecturas del día de Hoy: Primera Lectura: Gn 49, 1-2.8-10: En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo: «Reuníos, que os voy a contar lo que os va a suceder en el futuro; agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro padre Israel: A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás la mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu padre. Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo? No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos.» Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús. Salmo del día de hoy: Sal (72)71, 1-2.3-4ab.7-8.17: Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente. Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente. Que los montes traigan paz, y los collados justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente. Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente. Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente. Evangelio de Hoy: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 1, 1-17: Genealogía de Jesucristo, hijo de David. Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé engendró a David, el rey. David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatán, Joatán a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós, Amós a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia. Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquím, Aquím a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías, catorce. Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.

Description

TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Con esta larga genealogía que acabamos de escuchar, se abre el prólogo histórico teológico que comprende los primeros capítulos del evangelio de san Mateo y donde se nos muestra a Jesús como descendiente del rey David, acogido por los justos, pero también perseguido por su propio pueblo desde sus inicios. Pero aquí hay una idea fundamental que queremos resaltar a partir de esta enumeración larga sobre los ascendientes de Jesucristo, nos quiere mostrar de manera clara, cómo Jesús, siendo Hijo de Dios, tiene un origen plenamente humano y está estrechamente vinculado a su pueblo y a la historia de la humanidad. Y la verdad es ésta, Jesús se comprometió con la historia humana, Jesús se encarnó, Jesús se hizo hombre como nosotros, sintiendo como nosotros, llorando como lo hizo por Lázaro o por la ciudad de Jerusalén como nosotros, sintiendo hambre y comiendo con la multitud y con sus discípulos, como lo hizo con nosotros. Caminando por los pueblos y villorrios, especialmente de Galilea, como lo hacemos nosotros, hablando un lenguaje humano, como lo hablamos nosotros. En definitiva, no es un Dios desencarnado, no es un Dios etéreo, no es un Dios que está en el infinito del firmamento, en lo abstracto, desencarnado y desconectado de la historia humana. No, todo el misterio de Dios amor es el misterio del Dios que se acerca al hombre para que el hombre se acerque a Dios, es el misterio del Dios que se hace un poco hombre para que el hombre se haga un poco Dios, es el misterio del Dios que se humaniza para que el hombre se divinice. Cómo olvidamos esta verdad tan palmaria, tan manifiesta; en la historia del mundo y de las religiones no hay un Dios tan cercano que, a la manera humana en el vientre de una doncella judía, María, y de la manera más humana, un alumbramiento como cualquier ser humano, entra al torrente de la historia humana y comparte nuestras esperanzas, nuestros sueños, nuestras fatigas. Por eso es un Dios cercano. Con razón la canción afirma: “Tan cerca de mí, tan cerca de mí que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí”, y ciertamente lo dirá de Jesús Sacramentado, hoy lo podemos predicar del Jesús que entra en la historia humana y se compromete con nosotros. Háblale, en oración cuéntale de tu vida, siéntelo amigo cercano que camina a tu lado y que te comprende plenamente, porque fue plenamente hombre igual en todo a ti, menos en el pecado. No te desanimes pensando, Dios es lejano, Dios no me escucha. La revelación, la manifestación, la expresión de Dios para el mundo, está en la imagen preciosa de este recién nacido que irá formando de alguna manera todo su proyecto de salvación sobre la humanidad, “irá creciendo en edad, sabiduría y gracia”, como nos afirmaran los evangelios, y construirá ese proyecto de redención para el mundo entero. ¡Qué alegría Jesús encarnado, qué alegría la Navidad, qué alegría un Dios tan cerca de nosotros, qué alegría no tener miedo, porque Él, a veces sin nosotros reconocerlo, camina justamente a tu lado! Finalicemos con este precioso salmo que nos trae la liturgia: “Dios mío, confía tu juicio al Rey, tu justicia al Hijo de reyes para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que los montes traigan paz y los collados justicia, que Él defienda a los humildes del pueblo, socorra los hijos del pobre. Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna, que su nombre sea eterno y su fama dure como el sol. Que Él sea la bendición de todos los pueblos y lo proclamen dichosos todas las razas de la tierra” Que el Señor te bendiga en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Citation

Collections