¡Vigila tu vida!
Loading...
Date
Authors
Journal Title
Journal ISSN
Volume Title
Publisher
Abstract
REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
Mateo 24, 42-51
Lectura del día de hoy
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 7-13:
Hermanos:
En medio de todos nuestros aprietos y luchas, vosotros con vuestra fe nos animáis; ahora respiramos, sabiendo que os mantenéis fieles al Señor.
¿Cómo podremos agradecérselo bastante a Dios?
¡Tanta alegría como gozamos delante de Dios cuando pedimos día y noche veros cara a cara y remediar las deficiencias de vuestra fe!
Que Dios nuestro Padre y nuestro Señor Jesús nos allanen el camino para ir a veros.
Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente; para que cuando Jesús nuestro Señor vuelva acompañado de sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre.
Palabra de Dios, te alabamos Señor.
Salmo del día de hoy
Salmo (90) 89,3-4.12-13.14.17:
Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.
Tú reduces al hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Adán.»
Mil años en tu presencia son un ayer, Son un ayer que pasó, una vela nocturna.
Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos.
Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.
Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.
Evangelio del día de hoy
Del Santo Evangelio según san Mateo 24, 42-51:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.
¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas?
Pues dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes.
Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
Description
TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
El evangelio de san Mateo en el capítulo 24, nos invita a ser siervos, vigilantes que estén preparados para la llegada de su Señor. Una llegada que será de manera intempestiva, esto es sin ser avisada, como ocurre frecuentemente en la vida de los hombres, cuando Dios llega para el juicio definitivo sobre nuestra existencia, y muchas veces no estábamos preparados para este juicio, en el día de la última hora, en el día de nuestra muerte. El Señor nos podrá llamar siervos fieles y prudentes, bienaventurados y dignos de confianza cuando obramos rectamente; o nos podrá llamar siervos malvados, inútiles, y que seremos castigados con el castigo que merecen la vida de los hipócritas.
Pero hoy nos preguntamos sobre ¿qué debemos de vigilar en nuestra vida?, y encuentro tres dimensiones fundamentales.
La primera, vigilemos sobre nuestro mundo interior los pensamientos, los deseos de nuestro corazón, que son alimentados exteriormente por los sentidos, lo que vemos, lo que escuchamos, lo que palpamos. Cuidemos ese mundo interior de lo que pensamos y de lo que deseamos en lo profundo de nuestro ser.
Pero también hay una segunda vigilancia, vigilemos sobre las decisiones que tomamos cada día. “No solo se pierde jugando”, como dice el viejo refrán de la sabiduría popular; sino que también perdemos en nuestra vida, con decisiones apresuradas, decisiones equivocadas, decisiones no oradas, no meditadas suficientemente.
Finalmente, además de los pensamientos y deseos uno, además de las decisiones dos; vigilemos sobre las acciones y comportamientos exteriores de nuestra vida, porque ellos serán el criterio por el que Dios nos juzgue y valore el peso existencial de la bondad o no bondad de nuestras acciones. Hoy te propongo que hagas un examen de conciencia sobre tus pensamientos, decisiones y acciones, y te preguntes finalmente, obramos uno ¿a veces por orgullo, por rabia, por dolor? La vida enseña que toda palabra y toda decisión con orgullo, con rabia y con dolor, son palabras y decisiones equivocadas.
Segundo, ¿pensamos, decidimos, hablamos y obramos con vanidad, con orgullo, con el deseo de ostentar y de aparentar frente a los demás? La vida te enseña, que toda palabra, toda decisión, toda acción inspirada por la vanidad, el orgullo, la ostentación y la apariencia ante los demás, es una decisión equivocada.
Tercero, ¿obras en la vida, piensas, decides movido por el egoísmo, la conveniencia personal, la comodidad para ti? La vida te enseñará que palabras y decisiones motivadas por el egoísmo, la conveniencia personal, o la comodidad, al final son palabras y decisiones que se irán contra ti.
En un cuarto momento y final, señalemos en lo que hablamos, lo que decidimos y lo que actuamos. ¿Lo hacemos con emoción, con prisa, con precipitud? o ¿meditamos, oramos y consultamos la decisión de montar un negocio, casarnos, irnos a vivir a otro lugar, estudiar una carrera profesional?
Hoy Señor te pedimos, que nuestros pensamientos y deseos, que nuestras palabras y decisiones, que nuestras acciones y comportamientos, estén siempre inspirados, iluminados por el deseo de la justicia, por el bien y la bondad que podamos hacer a los demás, y por el amor y la misericordia, que es la regla suprema de la vida.
Señor, no me dejes equivocar, permíteme que vigile sobre mi vida cada día de mi existencia.
Que el buen Dios te bendiga en abundancia en este día e ilumine tu diario caminar, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.