¡Inmaculada concepción de María!

Abstract

REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Lucas 1, 26-38 Lecturas del día de hoy: Primera Lectura: del libro del Génesis 3, 9-15.20 Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: – «¿Dónde estás?» Él contestó: – «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.» El Señor le replicó: – «¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?» Adán respondió: – «La mujer que me disté como compañera me ofreció del fruto, y comí.» El Señor dijo a la mujer: – «¿Qué es lo que has hecho?» Ella respondió: – «La serpiente me engañó, y comí.» El Señor Dios dijo a la serpiente: – «Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón.» El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven. Palabra de Dios, te alabamos Señor. Salmo del día de hoy: Salmo (98) Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Segunda lectura del día de hoy: De la carta del apóstol san Pablo a los efesios 1, 3-6.11-12 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear al mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. Palabra de Dios, te alabamos Señor. Evangelio del día de hoy: Del Santo Evangelio según San Lucas 1, 26-38 En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: – «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: -«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: – «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: – «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: – «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel. Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.

Description

TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Con el carácter de solemnidad litúrgica, la Iglesia con júbilo, celebra la ¡Fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María!, definida, así como dogma por el Papa Pío Nono en la bula Ineffabilis Deus, precisamente un día como hoy, el 8 de diciembre de 1854, donde la Iglesia con autoridad define, que la Virgen María, por gracia de Dios, fue preservada del pecado original desde el momento mismo de su concepción, es decir, desde el instante en que comenzó su vida humana. Precisamente por eso la liturgia de la Iglesia nos trae como primera lección o lectura, el libro del Génesis en el capítulo 3, donde se nos habla del pecado original, como dirá san Agustín: “El pecado que está al origen de todo ser humano”. Más allá de la desobediencia de Adán y Eva, en el fondo, es el pecado universal de todos los tiempos, querer ser como Dios, desconocer al Dios viviente, al Dios de la vida y el hombre, la mujer pretender por sus capacidades, por su conocimiento ser Dios de sí mismo. Nos muestra el relato del libro del Génesis, que se establece una enemistad a partir de ese momento, entre la serpiente que simboliza el mal y la mujer, imagen futura de la Santísima Virgen María, una enemistad que se prolongará entre la descendencia de la serpiente y la descendencia de la mujer. Y de hecho afirmará Génesis capítulo 3: “La descendencia de la mujer te herirá en la cabeza cuando tú pretendas herirla en el talón”. Hoy reconocemos en esta lectura de alguna forma el origen del mal en el corazón humano, y como la Virgen Santísima está a la cabeza en el plan de Dios para ayudarnos a vencer el mal en nuestra vida. Pero pasemos al evangelio que hoy nos presenta la liturgia de la Iglesia en el capítulo 1 de san Lucas, donde se nos muestra el pasaje de la Anunciación del arcángel Gabriel a María Santísima, la llama a Ella: “La llena de gracia, debe estar alegre porque el Señor está con Ella”. Hoy sintamos alegría en nuestro corazón, porque Dios habita en él, a veces no tenemos esa conciencia clara de Dios actuando, obrando, presente en nuestra vida, pero Él siempre está con nosotros. Más allá de tu historia, más allá de los problemas que tengas en la actualidad, reconoce como María que Dios está en ti, te toca simplemente abrir tu corazón y reconocer su amor y su presencia sanadora y liberadora en tu vida. Pero luego, en el evangelio, el ángel le dice a María que se encuentra turbada por su presencia: “No temas, María, no tengas miedo”, y le encarga la altísima misión de ser la Madre y la generadora de la vida humana del Salvador de todos, Jesucristo. A veces sentimos temor en lo humano frente a misiones que Dios nos encomienda: en el matrimonio, en la vida consagrada, en la vida laboral y profesional, retos y desafíos que aparecen aquí y allá, ante una enfermedad, la muerte súbita y, por tanto, el cuidado de algunas personas, la muerte súbita de un ser querido. Hoy el Señor nos dice, no tengamos miedo, Él acompañó a María, le dio la fuerza del Espíritu Santo para cumplir con fidelidad y generosidad su misión hasta el final de la historia, hasta el final de los tiempos. Hoy también nos dice a cada uno de nosotros que no tengamos temor y que, a ejemplo de María, el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo nos asiste, nos fortalece e intercede por nosotros en la tarea, en el cumplimiento diario de nuestra misión de vida. Finalmente, reconocemos en un tercer momento del evangelio, que María es la mujer que supo decir, sí a Dios, fue obediente hasta el extremo. De hecho, su expresión no puede ser más explícita cuando contesta al ángel: “Yo soy la sierva, (otras traducciones dirán) Yo soy la esclava del Señor, que se cumpla en mi vida según tus planes, según tu palabra”. Hoy te invito, para que, con alegría, lleno de Dios, sin temores ante la misión que la vida te propone, le digas sí, al Señor, créeme que las ayudas humanas a las que a veces damos tanta importancia no son las fundamentales. Por el contrario, es la gracia y el auxilio de Dios el que nos sostiene en todas las pruebas y dificultades de la existencia. María, Inmaculada en tu Concepción, preservada desde el momento mismo del inicio de la vida del pecado original o pecado de origen, narrado hoy en el libro del Génesis, ¡María Inmaculada Ruega por Nosotros! Que el Señor te bendiga en abundancia en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Citation

Collections