¡Ánimo, no estas solo!
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
San Juan 10, 31-42
Lecturas del día de Hoy:
Primera Lectura: Jr 20, 10-13: El Señor está conmigo, como fuerte soldado.
Oía el cuchicheo de la gente: «Pavor en torno; delatadlo, vamos a delatarlo.»
Mis amigos acechaban mi traspié: «A ver si se deja seducir, y lo abatiremos, lo cogeremos y nos vengaremos de él.»
Pero el Señor está conmigo, como fuerte soldado; mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo.
Se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se olvidará.
Señor de los ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo íntimo del corazón, que yo vea la venganza que tomas de ellos, porque a ti encomendé mi causa.
Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor
Salmo de Hoy:
Salmo 18(17), 2-3a.3bc-4.5-6.7:
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Yo te amo, Señor;
tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Me cercaban olas mortales,
torrentes destructores me aterraban,
me envolvían las redes del abismo,
me alcanzaban los lazos de la muerte.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
En el peligro invoqué al Señor,
grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz,
y mi grito llegó a sus oídos.
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Evangelio de Hoy:
Lectura del Santo Evangelio según San Jn 10, 31-42: Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos.
En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Él les replicó:
– «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?»
Los judíos le contestaron:
– «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios.»
Jesús les replicó:
– «¿No está escrito en vuestra ley: «Yo os digo: Sois dioses»? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.»
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes habla bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían:
– «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad.»
Y muchos creyeron en él allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
La primera lectura tomada del profeta Jeremías, nos muestra la profunda desolación y soledad que viven los hombres de Dios cuando es perseguido e incomprendido por sus propios familiares y algunos amigos de su pueblo natal, le acechan e intentan matarle. Esto es increíble, pero es la verdad, muchos buenos en el mundo son perseguidos y a veces los malvados pasan incólumes en medio de las circunstancias de la vida. Como profeta se experimenta Jeremías dramáticamente solo, pero en medio de su situación dolorosa pone su confianza absoluta en Dios.
En esta misma línea encontramos el salmo 17, cuando más allá de persecuciones violentas que recuerdan la oración de Cristo en su Pasión cuando fue perseguido, pero también triunfó sobre sus perseguidores, y nos recuerda que nosotros, fieles participantes de la muerte de Cristo, también triunfaremos más allá de las incomprensiones y las persecuciones humanas. De hecho, es bellísimo el salmo cuando dice: “Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos, en el peligro invoqué al Señor, grité a mi Dios, desde su templo Él escuchó mi voz y mi grito llegó a sus oídos”.
Pero pasemos ahora al evangelio de Juan en el capítulo 10, cuando se ve la creciente tensión en esta llamada Semana de Pasión o de dolores, la creciente tensión entre Jesús y las autoridades judías y cómo buscan acabar con Jesús, cómo intentan detenerlo, pero Él se les escabulle de las manos porque todavía no le ha llegado su hora.
Aprendamos de estas lecturas tres grandes enseñanzas para nuestra vida.
La primera, que la soledad, la desolación interior por contradicciones, persecuciones, injusticias, calumnias no te dejen desanimar, no permitas ser abatido en tu alma más allá de que vivas dificultades, que es la impronta, el sello en el alma de todo verdadero profeta, de todo verdadero hombre de Dios. Recuerda las palabras del texto de hoy: “El Señor está conmigo como poderoso guerrero, Él salva al hombre pobre y recto de las manos del malhechor, del malvado”. No nos dejemos amedrentar, no nos dejemos acobardar más allá de que sintamos que en nuestra misión no somos acompañados o comprendidos por todo el mundo, que tenemos el acompañamiento y la protección de Dios. Y como decía alguien coloquialmente: “Dios y yo somos abrumadora mayoría”.
Pero en una segunda lección de vida aprendamos que la fe en Dios es la gran puerta de esperanza que nos sostiene y nos fortalece en los momentos de prueba. La fe no es ciertamente para tiempos de prosperidad, sino de adversidad, y nunca olvides: ¡Que probados en la vida muchas veces, abandonados de Dios nunca jamás!, y que la fe, vivir de las promesas de Dios contenidas en su Palabra, en los Salmos, en los Evangelios, en las cartas apostólicas y paulinas y en general en toda la Biblia, vivir de las promesas de Dios por la fe es lo propio de los grandes hombres para que la persecución que vivió Cristo, la persecución que vivieron los cristianos de los primeros años, de los primeros siglos, la persecución que han vivido los santos y la persecución que podemos vivir en el siglo XXI, no nos robe la paz, no nos ate interiormente, no nos quite la libertad interior y la esperanza para avanzar sabiendo que el Señor nos sostiene.
Finalmente, en una tercera enseñanza, nos muestra las lecturas de hoy que los enemigos, los adversarios, los intrigantes, aunque de momento parezcan triunfar, al final todos caerán y habrá un castigo divino, así como suena un castigo divino para los perseguidores, que quedarán avergonzados con sonrojo eterno que no se olvidará. Perseguidores que tropiezan y caen impotentes ante la justicia de Dios, porque el hombre justo le ha encomendado al Señor su vida, su misión, su causa personal.
Vivimos tiempos muy especiales donde hemos pasado de una cultura cristiana a una cultura secular que mira con indiferencia y en algunos casos con hostilidad a los creyentes. Tú no puedes dejarte masificar, tú no puedes por temor, por cobardía, entrar a participar del pensamiento políticamente correcto y dominante, porque la ideología o la cultura te lo ha impuesto, sino que debes de confiándote a Dios sacar adelante el proyecto de vida que el Señor ha colocado en tu corazón: proyecto de amor, proyecto de justicia, equidad, equilibrio frente a los demás, proyecto de paz para ti y paz, armonía con los tuyos, con los cercanos. Los profetas vivieron mil dificultades, pero apoyados en Dios salieron adelante, los santos en 2000 años de cristianismo sufrieron muchas incomprensiones, persecuciones y calumnias, pero avanzaron en medio de la tormenta apoyados en Dios, y es el gran testimonio de los profetas, de los santos y sobre todo de Cristo, que nos muestra que confiando en Dios y poniendo nuestra mirada solo en Él, con seguridad la victoria está asegurada.
Que el Señor te bendiga en abundancia en este día. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.