¡Cansancio de la vida!
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
Mateo 11, 28-30
Lecturas del día de Hoy:
Primera Lectura: Éx 3, 13-20: Soy el que soy. «Yo soy» me envía vosotros.
En aquellos días, Moisés, después de oír la voz del Señor desde la zarza ardiendo, le replicó:
-Mira, yo iré a los israelitas y les diré: el, Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntan cómo se llama este Dios, ¿qué les respondo?
Dios dijo a Moisés: -«Soy el que soy». Esto dirás a los israelitas: «Yo-soy» me envía a vosotros.
Dios añadió: -Esto dirás a los israelitas: el Señor Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre para siempre: así me llamaréis de generación en generación.
Vete, reúne a los ancianos de Israel y diles: El Señor Dios de vuestros padres se me ha aparecido, el Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, y me ha dicho: os estoy observando a vosotros y cómo os tratan en Egipto. He decidido sacaros de la opresión egipcia y llevaros al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, heveos y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel.
Ellos te harán caso; y tú, con los ancianos de Israel, te presentarás al rey de Egipto y le dirás: El Señor Dios de los hebreos nos ha encontrado, y nosotros tenemos que hacer un viaje de tres jornadas por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.
Yo sé que el rey de Egipto no os dejará marchar ni a la fuerza, pero yo extenderé la mano, heriré a Egipto con prodigios que haré en medio de él, y entonces os dejará marchar.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
Salmo de Hoy:
Salmo 105(104), 1 y 5.8-9. 24-25.26-27 (R. 8a)
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Dios hizo a su pueblo muy fecundo,
más poderoso que sus enemigos.
A éstos les cambió el corazón
para que odiasen a su pueblo,
y usaran malas artes con sus siervos.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Pero envió a Moisés su siervo,
y a Aarón su escogido:
que hicieron contra ellos sus signos,
prodigios en la tierra de Cam.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Evangelio de Hoy:
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 11, 28-30: Soy manso y humilde de corazón.
En aquel tiempo, exclamó Jesús:
-«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Palabra de Dios. Gloria a ti Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
¡Cansancio de la vida!
En la línea de evangelios precedentes, continuamos con la lectura del capítulo 11 de san Mateo, donde Jesús en una oración espontánea al Padre Dios y también a sus discípulos, exclama: “Vengan a mí, acérquense a mí, todos los que están cansados y agobiados por el peso de la vida”, y nos hace una promesa: “Yo los aliviaré”.
Pero da la respuesta de cómo será ese alivio, y nos invita: “A cargar, no con el yugo de la ley judía, con el yugo o la carga que imponen los hombres, en la vida laboral, en la vida social, y en la vida afectiva; sino cargar con el yugo del evangelio, que es suave y ligero, y aprender de Jesús, que es manso y humilde de corazón, y sólo aprendiendo del corazón de Cristo, encontraremos descanso para nuestra alma”.
Pero hoy, preguntémonos 2000 años después, si Jesús veía agobios y cansancios en los hombres y mujeres de su tiempo, hoy nos preguntamos ¿si más allá de la tecnología, del avance científico, del bienestar material, de la calidad y nivel de vida material que hemos alcanzado en el siglo XXI, los hombres y mujeres de nuestro tiempo, vivimos de una manera más descansada?
La respuesta seguramente es no. Hoy hay un cansancio profundo de la vida, y nos preguntamos ¿a qué se debe?, y podríamos encontrar varias respuestas.
El cansancio del hombre no es necesariamente físico, orgánico o material, aunque también lo hay; el cansancio del hombre no es sólo emocional, anímico o mental, aunque también lo hay. El cansancio del hombre de hoy es sobre todo un cansancio de la vida, que se manifiesta como rutina, como hastío, como desencanto de los sueños que tenía frente a su vida.
Pero preguntamos y repetimos el interrogante ¿qué puede generar este cansancio en la vida?, y nos atreveríamos a dar varias respuestas.
La primera, hoy hay tanto ruido, hay tanto activismo en la sociedad tecnológica que hemos construido, hay tantos compromisos laborales, sociales, familiares, personales por atender, que el ser humano se siente desbordado por la carga de informaciones, por la carga de mensajes, de estímulos y por la carga de compromisos que hoy tiene que atender.
Pero también diríamos en un segundo momento, que hay un cansancio de la vida, porque el ser humano, vaciado de Dios, se ha entregado al mundo, a vivir de los deleites, los placeres, las vanidades y de manera genérica, del pecado que es una promesa de felicidad, donde luego deja infelicidad.
El ser humano vive de una manera sibarita, cree que la libertad es vivirlo todo, probarlo todo, y en ese camino ha extraviado su norte y ha olvidado, recordando el texto precioso del Génesis, que Dios nos dejó en este Jardín del Edén, en este jardín de la vida, aprovechar y comer de los frutos de todos los árboles, menos del fruto prohibido del árbol que está en mitad del jardín.
Hoy el ser humano, violando esa norma, esa ley de Dios, esa sabiduría divina, se ha dicho o se ha dado a la tarea de decirse a sí mismo, “todo lo puedo, nada me es prohibido, nada me es negado”; y en ese entregarse al mundo y al pecado, ha encontrado solo insatisfacción, ha encontrado tristeza, ha encontrado depresión y sin sentido de la vida.
Pero concluiríamos diciendo, que el cansancio de la vida del hombre de hoy, más allá del activismo de la sociedad tecnocrática, más allá del vaciamiento de Dios y la entrega a la mundanidad, hay cansancio en el hombre de hoy, por una tercera razón, somos muy autosuficientes, nos llenamos de nosotros mismos, creemos tener la verdad en todo; esto es lo que sencillamente se llama el orgullo, que es una reafirmación del hombre hasta la divinidad, olvidando al verdadero Dios, y los frutos están a la vista.
Hoy, en una sociedad de prepotentes, de orgullosos, de autosuficientes llenos de sí mismos, encontramos tantos hombres y mujeres solitarios que sufren en silencio y que la vida se ha vuelto una sumatoria de decisiones equivocadas, donde han dejado matrimonios, familias, amistades, buenos empleos, buenos estudios; porque el hombre, sintiéndose dueño de su propia vida y sin reconocer al verdadero Dios, ha equivocado el camino y el sentido último de su existencia.
Hoy Jesús nos invita, cuando nos sintamos cansados y llenos de agobio, aprender de Él y de su corazón, que es manso y humilde, y sólo así encontraremos descanso y verdad para nuestra vida.
Que el Señor, rico en luz y sabiduría, te bendiga en este día. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.